Hacia mediados de octubre los árboles caducifolios comienzan a mostrar sus variados colores otoñales.
Los chopos, el amarillo estridente que acabará siendo marrón en el barranco o al lado del camino.
Nogueras, fresnos y almeces nos regalan
los marrones anaranjados y amarillos.
Los árboles frutales, esos colores tierra que llegan a ser rojizos y tiñen el gris del cielo.
Incólumes se mantienen pinos, coscojas y encinas que nos dejan el contraste del verde en el fondo de los bosques entre peñas grises y barrancos de conglomerado.
Los paisajes se completan con sabinas y enebros.
Todos ellos nos regalan unos paisajes hermosos y vale la pena llegar hasta la Val de Esteban por el camino del Focino, también bajar hasta el barranco de Jaganta. O pasar por las riberas del río Guadalope, entre Castellote y el Mas de las Matas.
Bellos paisajes.
Los chopos, el amarillo estridente que acabará siendo marrón en el barranco o al lado del camino.
Nogueras, fresnos y almeces nos regalan
los marrones anaranjados y amarillos.
Los árboles frutales, esos colores tierra que llegan a ser rojizos y tiñen el gris del cielo.
Incólumes se mantienen pinos, coscojas y encinas que nos dejan el contraste del verde en el fondo de los bosques entre peñas grises y barrancos de conglomerado.
Los paisajes se completan con sabinas y enebros.
Todos ellos nos regalan unos paisajes hermosos y vale la pena llegar hasta la Val de Esteban por el camino del Focino, también bajar hasta el barranco de Jaganta. O pasar por las riberas del río Guadalope, entre Castellote y el Mas de las Matas.
Bellos paisajes.